Debe su nombre a que no supera los 2,65 cm de altura y los 4,75 cm de diámetro, siendo la mayoría de los que se ven en el campo tan sólo la mitad de estos valores. Se dispone a manera de parches sobre las rocas serpentinitas, la mayoría de las  veces agrupados en colonias donde crecen unos encima de otros,  porque las semillas caen sobre su progenitor y allí germinan. Una persona no conocedora de su presencia sólo podría verlo si es observadora, por lo que muchas veces se le puede pasar por encima sin darse cuenta. 

La raíz principal es carnosa- napiforme y puede alcanzar 6,8 cm de largo (¡mayor que la altura del cactus!)

Sus flores son de color amarillo verdosas, y salen de la parte superior de la planta, no superan los 1,10 cm de altura, y algo curioso es que muchas veces la altura desde donde sale la flor hasta su extremo superior  es mayor que la altura del cactus. Una planta puede llegar a tener hasta 16 flores, aunque todas no salen a la vez. Sus frutos son de color rojo, rosado y en un principio verde amarillosos y pueden contener hasta 35 semillas.

Precisamente por tener un hábitat tan específico y por la negativa acción del hombre, sus poblaciones disminuyen en número cada año.